lunes, 25 de marzo de 2013

LUNES SANTO


ROMPIÓ LA VASIJA DE ALABASTRO
.

Estos días el amor de Jesús nos repasa por todos lados. Por eso hoy queremos hacer del monasterio, de nuestra casa, como un hogar de Betania, capaz de derramar el mejor perfume a los pies de Jesús.


Cuando encontramos el Cristo-Sufriente en los caminos de nuestra vida, queremos romper la vasija de alabastro con perfume, delante de Él. Esta locura merece un elogio de Jesús, como pocos hay en el evangelio.